Los días 13, 14 y 15 de julio se
celebró en el Gran Hotel Lakua de Vitoria-Gasteiz el I Congreso Internacional por la Igualdad de las mujeres en el Ajedrez.
Fueron unas intensas jornadas de reflexión y debate, con el objetivo de atraer
a las mujeres a la práctica del ajedrez.
Algunas ponencias se centraron
fundamentalmente en las causas biológicas y sociales de la menor presencia
femenina en este deporte. Con este enfoque, el psiquiatra Fernando Mosquera
analizó las diferencias biológicas y los distintos roles entre hombres y
mujeres, destacando la importancia de la voluntad sobre el destino. A su vez,
el psicólogo José Antonio Montero, habló sobre la capacidad del ser humano para
influir en su propio cerebro.
Otras ponencias se inclinaron en
la búsqueda de propuestas encaminadas a acercar a las mujeres al mundo del ajedrez.
A este respecto, el periodista Leontxo García hizo hincapié en la necesidad de
educar a las niñas y niños en igualdad, idea que también recalcó la psicopedagoga
Lorena García, cuya ponencia se centró en la coeducación y el ajedrez educativo
como herramientas en la enseñanza.
En la misma línea hablaron
también las ajedrecistas Sabrina Vega y Anna Matnadze. La primera subrayó la
importancia de la motivación y la educación para la implicación de las niñas en
la práctica de este deporte. La segunda, por su parte, trató el tema de la
igualdad en su país, Georgia, donde tradicionalmente no ha existido
diferenciación social entre mujeres y hombres.
El punto polémico vino de la mano
del psicólogo Nikola Lococo, quien apuntó que las mujeres no quieren competir con los hombres para evitar un posible conflicto.
Por su parte, la Vicepresidenta
de la FIDE Beatriz Marinello focalizó su exposición en la búsqueda de
resultados defendiendo un plan mundial de marketing para mostrar la realidad de
las mujeres en el ajedrez.
El broche final lo puso Judit
Pólgar, reconocida como mejor ajedrecista de la historia. Su ponencia dio tres
claves para el éxito en el ajedrez, extrapolables a otros ámbitos de la vida: la práctica, la perseverancia y la pasión.
Como resultado de las tormentas
de ideas y del análisis de las ponencias, se llegó a dos conclusiones
provisionales:
·
La necesidad de una educación en los centros
educativos y en las familias para acercar el ajedrez a las niñas.
·
Un mayor conocimiento interno y una mayor
proyección externa, en pro de la imagen y la comunicación
El denominador común de las
jornadas ha sido la necesidad de llegar a la igualdad entre mujeres y hombres,
tanto en la vida como en el ajedrez.
ZURIÑE GRISALEÑA CORCUERA
Responsable de Comunicación de
EXPOCHESS-eko Komunikazio Arduraduna
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